Revista Paparazzi
 
 
LEO MATTIOLI  
“Volví de la muerte, Voy a empezar de nuevo”
 
 
Dicen que Leo Mattioli es como Rodrigo, pero sin su pinta. Dicen que Leo Mattioli es el numero uno de la movida tropical. Dicen que Leo Mattioli protagoniza un fenómeno oculto y extraño, porque mueve multitudes y agota sus discos sin necesidad de promocionarse en los medios. Dicen que Leo Mattioli vuelve loca a las mujeres. Que se agrandó. Que se droga. Que esta muy enfermo. Dicen tantas cosas de Leo Mattioli que llego la hora de que hable él, después de tanto tiempo de silencio. “Estoy bastante bien, pero las pasé muy feas. Estuve internado por una intoxicación con calmantes. Lo único que estoy tomando ahora son pastillas antidepresivas”. De esa forma, Leo Mattioli empieza a decir sus verdades en el living de una quinta que comparte con los músicos de su banda. Está mas flaco y, por lo que se ve, (y escucha) también mas reflexivo.
 
 
-         Te diagnosticaron adicción a los analgésicos?
-         Si. Tomaba Klosidol. La fractura de cadera que me dejo el accidente que sufrí hace tres años me provocaba mucho dolor en los riñones, lo empecé a tomar, y con el correr del tiempo me volví un adicto. No podía dejar de consumirlo. Gracias a Dios Salí de eso y ahora estoy en proceso de rehabilitación. Pero me tengo que cuidar.
 
-         Cuidar? De que?
-         El otro día hable con Cacho Castaña, que es amigo mío, y medio en broma le pregunte si estaba internado o estaba muerto. El quiso saber lo mismo, le conté lo que me había pasado y entonces me contesto que estábamos iguales, hechos mierda y tomando la misma medicación. Pero Cacho tiene el doble de edad, así que yo hice en tres años lo que cualquier tipo hace en 30. En tres años me hice pelota.
 
-         Pero, Que hiciste?
-         Terminaba de trabajar y no paraba. No paraba. Seguía tocando la guitarra y, mientras tanto, tomaba whisky o vino, y fumaba, venían chicas, hacíamos fogones, no descansaba. En una palabra, vivía al revés. Mas el consumo de Klosidol. Eso derivo en una internación hace un mes y medio.
 
-         Tan mal estuviste?
-         Mal, mal, mal. Al punto de querer morirme. No de matarme, sino de morirme. Tenía un gran estado de depresión. Estaba todo el tiempo encerrado, dormía, me levantaba nada más que para trabajar.
 
-         Deprimido a pesar del éxito, la familia, la fama?
-         Si, terriblemente deprimido. Por muchas cosas que me pasaron. Sufrimientos o muertes, que pocos conocen pero que a mi me causaron mucho dolor. La plata, los ladrillos o las ruedas no te hacen feliz. Estaba muy mal. Me encerraba en mi pieza, no comía, no me bañaba ni me afeitaba. No hacia nada. Estaba solo. No había cosas que me interesaran.
 
-         Tocaste fondo…
-         Seguro. En lo personal. Fondo, fondo mal. Hace 15 días, había decidido dejarme morir. Estaba en tratamiento medico, pero no me podía mover. Ya nadie podía hacer nada por mí. No escuchaba a la gente. Por ahí me hablaban, pero no les daba bola. Se junto todo, el cansancio, el estrés, la depresión, los calmantes que no podía dejar de tomar. Un día, llegue a un punto límite. Estaba solo, sucio, tirado en la cama, y de pronto vi las fotos de mis viejos y de mis hijos. Y lloré. Fue como que me reventó la llaga que tenia adentro. Entonces dije: “Si mañana me levanto bien, cambia mi vida”. Me levante bien, gracias a Dios, y volví de la muerte, porque si me levantaba mal, hoy no estaba con ustedes. Voy a empezar de nuevo. Ese día los que lloraron fueron los que estaban conmigo.
 
-         O sea que estas viviendo una nueva vida
-         Obvio, Obvio. Y eso que estoy al 50 o 60 porciento de lo que tendría que estar. Pero como llegue a estar a un 10 porciento, estoy bárbaro.
 
-         Sabes que se dice? Que tenes Cáncer.
-         No, no tengo. Por favor, lo quiero aclarar porque se dijeron muchas cosas.
 
-         Hay una canción que se llama Le pido a Dios. En ella, decís “esta puta enfermedad que me esta consumiendo por dentro…”
-         Ahí fue cuando la gente pensó que tenía cáncer. Y hasta estos días me dicen que lo tengo y que me va a curar un milagro. Después del accidente, entre otras cosas, empecé a orinar y a vomitar sangre. Hasta yo imaginaba que tenia cualquier cosa, pero al final eran cálculos. Yo puse lo mío para que la gente pensara que tenía cáncer, pero por suerte no es así.
 
-         Y ahora, Que viene?
-         Hace dos semanas que Salí a trabajar. A ser el Leo Mattioli que era antes, el que le gusta a la gente. No me van a ver enfermito, no. Si mas delgado, mas nuevo. Estoy tranquilo, con ganas de hacer cosas. Tengo muchas cosas lindas por hacer.
 
-         Sos el numero uno?
-         Todos dicen que son los numero uno. Pero no hay que decirlo, sino serlo. Hay que llenar 30 shows por fin de semana durante cinco años consecutivos, y vender 200.000 discos, como hago yo, sin ir a la televisión ni aparecer en las revistas.
 
-         Con quien competís por ese lugar?
-         No compito con los demás. Si queres, compito conmigo mismo. Han salido 1500 cantantes a copiarme y ninguno anduvo. Roban algún que otro bailecito, pero nada mas que eso.
 
-         Estás en un nivel distinto al del resto?
 
-         Pienso que si. Me di casi todos los gustos que se pueda llegar a imaginar un cantante. Te pongo un ejemplo: el Luna Park me lo ofrecieron un montón de veces, pero no lo quiero hacer. Le agarré miedo. Y dije “voy a ir al luna el día que me quiera retirar”.
 
-         Dicen que protagonizas un fenómeno raro…
-         Me miro en el espejo y no me veo lindo, de verdad, pero bueno, la gente percibe que le estoy diciendo la verdad y me sigue. Mi público no tiene edades. A mi me escuchan hasta los fanáticos de la cumbia villera. Es raro y también imposible de imitar, porque canto los temas tal cual me han pasado las cosas.
 
-         Sos infiel?
-         Tengo 36 temas dedicados a mujeres diferentes. Y ya te dije que mis canciones hablan de historias verdaderas. Ahora, deduzcan ustedes…
 
-         Tu mujer no dice nada?
-         Nada, ¿viste?... Mi mujer es de fierro. La conozco desde antes que empezara a cantar. Era un vago común, de la calle. Yo no trabajaba de nada cuando la conocí.
 
-         Y si no trabajabas, Que hacías?
 
-         Era representante de chicas nocturnas, je, je, je… Travesuras que uno hace de chico y que me enseñaron a ser un hombre derecho. Yo siempre digo una cosa: “Menos robar, drogarme o hacerme gay, hice de todo en la vida”.
 
-         Nunca te drogaste? Mira que se dice otra cosa…
-         Jamás. Me pongo a disposición para que me hagan los análisis donde quieran y a la hora que quieran. Como tengo la nariz parada y los orificios nasales grandes se piensan que me drogo, pero se equivocan.
-         Se dicen que los artistas bailantetos son explotados.
-         Decimelo a mi… Yo llegue a tocar 40 días sin parar haciendo giras por todos lados. Y así quede, con golpes de presión, estrés y todas esas cosas. El consuelo que me queda es que hoy tengo mi casa y a mis hijos bien educados, cuando a otros que hicieron lo mismo no les queda nada. Después de tanto tiempo, hablo Leo Mattioli. Todo dicho.
 
   
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis